domingo, 10 de mayo de 2015

Work it up!



Cuando empiezas desde cero, debes hacerlo con cuidado.
Midiendo muy bien cada movimiento.
Un gesto brusco o un exceso de ímpetu, y pueden venir las lesiones. Y si éstas son muy graves, pueden ser irreversibles.
Siempre al principio vendrán las agujetas e, incluso, las dudas cuando el esfuerzo que se requiere es muy exigente.
Otras veces ni lo notarás, porque la motivación inhibirá y cegará cualquier otra sensación .
Cuando aumentas la cantidad de tiempo y de intensidad, habrá momentos de dolor, de ganas de tirar la toalla. Pero si crees en lo que haces, te atrae y piensas en lo que puedes llegar a conseguir con ello, todo eso serás capaz de sobrellevarlo y superarlo. Por muy cuesta arriba que se te haga a veces.
Cambia a menudo las rutinas, porque si no, te acostumbrarás a lo de siempre, te acomodarás, y dejarás de desarrollarte. Y, así, acabarás mandándolo todo a la mierda.
Llega un momento en que se llega a convertir en algo adictivo. Que si pierdes un día, sufres la abstinencia del yonki al que se le ha privado de una dosis.
Pero, como todo en esta existencia, no debes permitir que traspase esa línea tan fina, atractiva y atrayente bautizada como obsesión. Eso sólo hará que lleves tu cuerpo y tu mente a extremos que, con toda seguridad acabarán destruyendo todo por lo que has estado trabajando con tanto sacrificio.
Trabájalo. Súdalo. Cuídalo. Crece con ello. Emociónate con cada paso adelante conseguido y utilízalo para seguir avanzando. No te rindas con cada pequeña, o gran, dificultad que tengas que encarar y, úsala para aprender más y hacer mejor las cosas.
Porque el resultado lo merece.

En eso consiste el amor.

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